Pensión de alimentos: cómo se calcula la cuota

Cuando una pareja con hijos se separa o se divorcia, uno de los temas más sensibles es la pensión de alimentos. Este concepto legal garantiza que los hijos mantengan un nivel de vida adecuado y que ambos progenitores contribuyan a su bienestar, independientemente de quién tenga la custodia.

En España, la pensión de alimentos está regulada por el Código Civil y es una de las cuestiones más frecuentes en los procedimientos de derecho de familia. Conocer cómo se calcula, qué cubre y cuándo puede modificarse es fundamental para evitar conflictos y proteger los derechos de los hijos.

¿Qué es la pensión de alimentos?

La pensión de alimentos es la cantidad económica que el progenitor que no tiene la custodia debe abonar al otro para cubrir los gastos de sus hijos.

Su objetivo es garantizar su mantenimiento, educación, vivienda, salud y desarrollo integral, asegurando que su nivel de vida se mantenga lo más estable posible tras la ruptura familiar.

También es posible que exista pensión de alimentos cuando se ejerce custodia compartida, en aquellos casos en los que existe una diferencia importante entre las capacidades de ambos progenitores.

Se trata de una obligación legal que no depende del tipo de relación entre los padres, sino del derecho de los hijos a ser atendidos. La legislación protege de manera especial este derecho, priorizando siempre el interés del menor.

¿Qué gastos cubre la pensión de alimentos?

Aunque el nombre pueda inducir a pensar que solo cubre la comida, la pensión de alimentos incluye todos los gastos ordinarios y previsibles necesarios para el día a día de los hijos:

• Alimentación y productos básicos de higiene.
  
• Vivienda, suministros y mantenimiento del hogar.
  
• Ropa, calzado y material escolar.
  
• Gastos educativos (matrículas, libros, transporte).
  
• Gastos médicos y farmacéuticos ordinarios.
  
• Actividades de ocio habituales.
  

También pueden incluirse los gastos derivados del embarazo y parto, siempre que no estén cubiertos por la Seguridad Social u otros medios.

El progenitor custodio también participa económicamente en estos gastos, aunque sea el otro progenitor quien ingrese la cantidad mensual fijada judicialmente o por acuerdo.

Gastos extraordinarios: lo que no cubre la pensión

Los gastos extraordinarios son aquellos no previsibles y puntuales que surgen en la vida de los menores. Se dividen en:

• Necesarios: tratamientos médicos, ortodoncia, gafas, logopeda, etc.
  
• No necesarios: actividades extraescolares, campamentos, excursiones, viajes escolares…
  

Por norma general, ambos progenitores deben asumirlos al 50%, salvo que el juez determine otra proporción. Si un gasto no necesario se realiza sin acuerdo, deberá pagarlo el progenitor que lo haya decidido, salvo autorización judicial.

¿Quién cobra la pensión de alimentos?

El dinero lo recibe el progenitor custodio quien administra esa cantidad, pero el beneficiario real es el hijo o hija. Por tanto, la pensión debe destinarse exclusivamente a cubrir sus necesidades.

La obligación de pagar no cesa automáticamente al cumplir los 18 años. Si el hijo sigue estudiando o no ha alcanzado independencia económica, el pago puede mantenerse hasta que disponga de recursos propios para mantenerse de forma independiente.En caso contrario, el progenitor puede solicitar la extinción de la pensión ante el juzgado.

¿Cómo se fija la cuantía a pagar?

No existe una cifra única aplicable a todos los casos. El importe se determina de forma proporcional a los recursos económicos del progenitor obligado y a las necesidades concretas del hijo o los hijos.
También se consideran factores como:

• El número de hijos.
  
• El nivel de vida previo a la separación.
  
• El lugar de residencia y coste de vida local.
  
• Los ingresos del progenitor custodio.
  

En divorcios de mutuo acuerdo, los padres pueden fijar una cantidad en el convenio regulador, que el Ministerio Fiscal deberá aprobar.
En divorcios contenciosos, será el juez quien establezca la cuantía tras valorar las pruebas y documentación económica de ambas partes.

La pensión se actualiza cada año según el IPC y puede modificarse si cambian las circunstancias familiares o económicas de alguno de los progenitores.

¿Siempre hay que pagar una pensión de alimentos?

En la mayoría de los casos, el progenitor que no tiene la custodia debe pagarla. Sin embargo, en situaciones de custodia compartida, el juez puede decidir que no sea necesaria si ambos progenitores cuentan con ingresos similares.
Si existe un desequilibrio económico, podrá fijarse igualmente una pensión compensatoria para equilibrar los gastos.

Incluso en periodos en los que los hijos estén más tiempo con el progenitor no custodio (como en verano), la cuantía mensual no varía, ya que se calcula en base anual.

¿Cuándo se deja de pagar?

Las causas más comunes para extinguir la pensión de alimentos son:

• La independencia económica del hijo.
  
• El cambio de custodia o residencia.
  
• El fallecimiento del progenitor o del beneficiario.
  

No obstante, no se puede dejar de pagar por decisión propia. Si cambian las circunstancias, debe solicitarse una modificación de medidas ante el juzgado competente, que valorará si procede la reducción o extinción.

¿Qué ocurre si no se paga la pensión?

Si el progenitor obligado atraviesa dificultades económicas, puede pedir judicialmente la revisión o suspensión temporal de la pensión.
Dejar de pagar sin autorización judicial puede tener consecuencias graves:

• Reclamación judicial de las cantidades impagadas.
  
• Embargo de nómina o bienes.
  
• Posible delito de abandono de familia (art. 227 del Código Penal).
  

Por tanto, es esencial actuar dentro del marco legal y contar con asesoramiento especializado.

La importancia de contar con abogados expertos en pensión de alimentos

La pensión de alimentos es una de las cuestiones más sensibles en los procesos de separación o divorcio con hijos. Calcular una cuantía justa, adaptada a las necesidades reales del menor y a la situación económica de los padres, es fundamental para evitar conflictos.Por eso, lo más recomendable es contar con abogados especializados en derecho de familia. Estos profesionales pueden ayudarte a fijar, revisar o modificar la pensión de alimentos de manera justa y conforme a la ley.